La importancia de una prueba de color

En Impressa sabemos la importancia de una prueba de color, porque son una de las partes más importantes para conseguir imprimir con la máxima calidad y poder revisar todo antes de empezar a imprimir.  Pero ¿qué son? Aquí a grandes rasgos te explicamos en qué consisten las pruebas de color.

Una prueba de color es un documento de referencia en el que procura reflejar (dependiendo del proceso de impresión final) al máximo posible los colores de la pieza antes de imprimir. La fidelidad en la reproducción del color es fundamental en cualquier trabajo de impresión, lo que permite ofrecer al cliente una primera impresión y una comprobación visual del producto que se va a imprimir.

Además, hay que recordar que lo que se ve en el monitor no son los colores que se van a imprimir finalmente.  Los monitores hacen uso del modelo de color RGB para sus píxeles, mientras que el resultado impreso se representa en CMYK. Esto solo será posible cuando el monitor esté calibrado con el perfil ISO con el que esté trabajando la imprenta. Y siempre tener en mente que las pruebas de color deben ser realizados bajo un estándar que la imprenta pueda reproducir.

Las pruebas de color en la impresión offset simulan el aspecto de la impresión definitiva. De esta forma no sólo podemos llevar a cabo los cambios que creamos necesarios, sino también satisfacer en mayor medida a los clientes, adaptándonos mejor a sus demandas y permitiendo que participen activamente en el proceso.